viernes, 29 de junio de 2007

----DRAGOSTEA PUBLICA A CONSIDERADO POETA CUSQUEÑO LUÍS ORMAECHEA

Estamos orgullosos. Y es que cada vez nuestro proyecto editorial va acrecentándose de manera rápida y variada. Ahora ofrecemos un nuevo texto “Apología del absoluto cotidiano” de Luís Ormaechea (Cusco, 1974) un poeta radicado hace bastante en la ciudad de Arequipa, la ceremonia fue bastante sencilla y se realizó el sábado 23 de junio en el nuevo espacio cultural de la ciudad “Sólo para fumadores” (CALLE PUENTE BOLOGNESI 123, INTERIOR 204 ) interesante propuesta del colectivo Grita. Es el primer título que recoge el trabajo de un poeta mucho más experimentado que cualquiera de nosotros y es por esta razón (no me considero lo suficientemente capaz como para abordar el texto de cualquier forma) que me limito a cerrar mi comentario con las últimas palabras del poeta en su presentación: “Aquí, en el Perú, es dónde la gente se ha decidido a vivir, el resto se ha lanzado de cabeza al río”.

Aquí unos poemas del libro:

…quizás sólo te escribo porque no sabes nada,
Porque estás lejos de mí y no sabes nada.
PAUL AUSTER


Cuando, constante en esta danza
de rescoldos y aparentes abismos infinitos,
razono el hierro de la civilización,
la belleza de extintos por mano humana,
-ejercitaban todas las leyes físicas,
ya no nos acompañan-;
difícil compromiso
defender ante tu ciencia
cómo un día despertó el animal,
cómo aprendió a celebrar el futuro
con un hueso afilado
y una hoguera,
pero aún en el aroma
de las carnes escritas por el fuego
descubrirás soñados tus hallazgos,
aún en los conflictos
mi pecho se juntó a otro pecho y aprendió a palpitar.
Era este mi evangelio de contrarios:
que en lo mejor de las estirpes
prevalecieran ante ti
el labio salvaje de las multitudes migratorias
y sus naves cedidas a la brisa,
esculturas del día que no podré superar.

He aceptado el olvido
como el pez que no siguió a las flotantes prisiones
de esclavos en la noches;
tu sonrisa
es el único amuleto que lograré obtener
de los siglos que nos alejan.

Era este mi deseo:
el júbilo multiplicado de las cestas
comienza a ser una razón.

Lejanos en memoria aquellos
que apuestan a tu decadencia;

por haberte definido como divino hijo de hombre
contraen sus vísceras
sobre los más delicados lienzos.

Con suerte,

ninguno de los tuyos necesitará escribir estas palabras.



alegoría de la esfera

Frecuentemente el mar
permanece al oído,
fluctuante,
entre la música que nadie abraza
y el susurro del aire
que transita los cuerpos sin ahogarlos.

Nada obra en contra del fragor
que lo contiene todo
ni la desoladora crispación de una mandíbula,
ni la luz que se enrosca en la garganta
y nos anuncia:
diminutos escualos de voces transparentes.


niño ave

Surca la pausa del abismo,

criatura rebelde,

la rebelde caricia de tu voz en los campos,

tu destello vital;

y hasta siempre,
viajero,

hasta cuando reúna en ti,
de toda otra distancia

esta palabra en vértigo,

nuestro anhelo posible,

¡hasta siempre!

1 comentarios:

Anónimo dijo...
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