jueves, 26 de agosto de 2010

SUBE PE! SUBE PE! SUBE PEEEEE!!! II Recital Simultáneo de Poesía del Perú!!!!!!





POETAS UNIDOS, JAMÁS SERÁN VENCIDOS.
Por segundo año consecutivo, diversas ciudades del Perú se unen para, el mismo día, explotar en poesía!!!!!


Llega: Sube pe! II recital simultáneo de poesía del Perú!

VIERNES 27 DE AGOSTO DEL 2010
EN...

Lima:
Bar Zela
Av. Nicolás de Píerola 961-Plaza San Martín
8:30 p.m.

Piura:
El korte final
Pinacoteca del Museo Vicus
Av. Sullana, esquina con Jr. Huánuco
7:00 p.m.

Arequipa:
Plaza San Lázaro
5:00 p.m.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este texto está dedicado para los dizque poetas y admiradores de Bukowski en San Agustín, especialmente Los Jimmis, los Ormacheas y Los Zamudios


AgustínBukowski
Y la confusa idealización de un escritor

Una de las formas más extrañas de la adulación literaria es la de quienes idolatran a un escritor no por lo que escribe sino por lo que parece representar como individuo, particularmente cuando pocos de los idolatras se interesan por saber cómo fue el individuo en realidad y muchos caerían petrificados en su sitio si lo descubrieran.

Tomemos como ejemplo a Charles Bukowski, uno de los próceres del underground californiano, ubicuamente iconizado por rebeldes, contestatarios, subterráneos, marginales y seudo-revolucionarios, que lo toman como una suerte de anti-héroe romántico, de mártir de los extramuros y príncipe caído de los inconformes.

Bukowski, un escritor hepático y divertido, no un genio, acaso tan injustamente ninguneado por los académicos como glorificado por los anti-académicos, era un amasijo de resentimientos y belicosidades que lindaban con lo patológico. Es difícil atravesar diez páginas suyas sin toparse con singulares desplantes de beligerancia gratuita, machismo vulgar y chauvinismo a mansalva.

Políticamente, lo poco que se sabe de Bukowski con alguna certeza es que coqueteó con el nazismo en diversos momentos de su vida. Lo hizo desde muy joven, formando parte de dos distintas organizaciones hitlerianas en los Estados Unidos (Bukowski era alemán de nacimiento), y lo siguió haciendo de adulto e incluso de viejo, en los años setentas, según los testimonios de un biógrafo que fue su amigo, Ben Pleasants, quien dedicó al tema un capítulo entero de su libro Visceral Bukowski: Inside the Sniper Landscape of L.A. Writers }.
"Las recompensas de los Elegidos en la tierra de los libres": para Bukowski, la gran enfermedad de los Estados Unidos, que él emblematizaba en el microcosmos de Hollywood, era que el poder real estaba en manos de los judíos. El tono de esa paranoia es conocido; el lenguaje no es menos típico: es la norma del antisemitismo. Esa novela es de 1989, cinco años antes de la muerte de Bukowski. Eso completa el círculo: cincuenta años de rumiar los mismos prejucios.

Quienes glorifican a Charles Bukowski parecen ver en él una especie de kamikaze de la plena independencia "anti-sistema" (aunque, curiosamente, parece que identifican esa independencia, más que con su obra, con el cuadro de alcoholismo que Bukowski presentó desde la adolescencia). Y no cabe duda de que Bukowski tuvo mucho de marginal y de contestatario. Pero lo otro también es parte de su visión del mundo, y es, además, lamentablemente, de las pocas cosas explícitamente políticas que marcaron parte de su vida y su obra. ¿Eso no cuenta? ¿Se puede ser un admirador de Hitler y un adalid de la progresía rebelde al mismo tiempo?

Anónimo dijo...

ESE FESTIVAL DE SUBE PEDOS DEBE HABER ESTADO BIEN SONORO.

DELICIOSO MANJAR HEDIONDO.


JAJAJAJA.


NOMBRE MÁS CÓJONUDO.