El bus llega cansado pero feliz al terminal de Mollendo, y nuestras sonrisas son emocionadas. El viernes 22 de febrero Robert Baca, Maru Delgado y yo llegamos a compartir algo de literatura con la provincia de Islay.
Aquella primera tarde, pues llegamos a las 3, se gastó en buscar hospedaje, comer un riquísimo Pollo al horno con pastel de papa en el mercado (demasiado buenooooooo) y descansar en la playa cerca de un enorme barco. Luego de algunas zambullidas en el mar, tomamos la mejor cerveza de nuestras vidas tan heladita, en tanto calor.
Aquella primera tarde, pues llegamos a las 3, se gastó en buscar hospedaje, comer un riquísimo Pollo al horno con pastel de papa en el mercado (demasiado buenooooooo) y descansar en la playa cerca de un enorme barco. Luego de algunas zambullidas en el mar, tomamos la mejor cerveza de nuestras vidas tan heladita, en tanto calor.
Bueno, comencemos con las actividades culturales:
La noche del 22 de febrero en el malecón de Mollendo se realizó el Mollfezt 2008, un concierto punk-rock que reunió a las más representativas bandas arequipeñas como Ab Irato, Nousvlid, Discrepunkcia, Opción positiva, I.n.h.a.l.a, Sdz, Mataxgusto, Amelia, Via punk, Aerosol, Enduro, Alacrán 5-0, Soul blues, Las porristas de Satanás y You’re fired. Fue oportunidad de encontrarnos con gente muy querida de Arequipa, aunque el pogo le haya causado a más de uno algo de sangre la pasamos realmente bien. Es alentador ver cómo la gente joven es entusiasta y violenta para luchar por sus ideales, el concierto se extendió hasta casi la una de la mañana, fue organizado por Jesuslooksuke records. Felicidades.
Al día siguiente vendimos algo de Abluciones vanas y Vello húmedo por la playa, la gente nos recibió o misia o muy emocionada, pero no nos fue muy bien. Luego de descansar la tarde en la paradisíaca y tranquila playa de Catarindo, el hambre y las ganas de pasar un último domingo playero holgadamente nos obligaron a ponernos las pilas para vender las publicaciones aquella noche. El trabajo fue arduo, al principio los miedos y las inseguridades fueron traba pero poco a poco el abordaje a las personas se volvió natural, la gente andaba de mejor humor y con ganas de querer descubrir algo nuevo (tal vez nosotros estábamos más relajados y más dispuestos) y fue más receptiva. Luego de un momento de venta personal decidimos tender el pareo de Maru y echar las publicaciones ahí, en el malecón donde se festejaba un concierto de rock cristiano. Pintamos en el suelo con algunas tizas de colores para llamar la atención de mejor manera y nuevamente la venta fue exitosa. Se hacía tarde y las personas comenzaban a desaparecer del malecón, era nuestra última oportunidad; volvimos al abordaje, está vez mucho más positivos y entusiastas y en poquísimos minutos terminamos el tiraje que habíamos llevado a la playa; luego, y para festejar, comimos un buen Pollo a la brasa (y sin nada de alcohol en las venas nos fuimos a dormir); disfrutamos de un rico cebiche y unas cervezas heladas en la playa al día siguiente y pudimos comprar nuestros pasajes de regreso.
Experiencias como ésta me reafirman ciertas ideas: si uno le pone ganas, empeño y buenas energías a lo que hace todo es posible, sé que suena a Legalmente rubia pero es bueno soñar y tener aventuras. No sé cómo compartir con Ustedes la satisfacción tan grande que se tiene al comer un Pollo a la Brasa que ha costado tu real trabajo (de venta y de producción), un real trabajo que significa mi pasión hacia la vida, lo que más me gusta hacer y con lo que mejor me siento: la literatura.
ES POSIBLE. La literatura una vez más me ha dado qué comer, qué vestir, dónde dormir y alas en los pies para poder viajar de vez en cuando; por otro lado la literatura también me ha dado personas maravillosas que amo. Marú y Robér: millones de agradecimientos públicos, fue inmensamente maravilloso vivir con ustedes.
Y para despedirme quiero dejarles con unos versos de Rimbaud (al que estuvimos leyendo durante casi cada momento de la travesía –es hora de un verso, un verso–):
La noche del 22 de febrero en el malecón de Mollendo se realizó el Mollfezt 2008, un concierto punk-rock que reunió a las más representativas bandas arequipeñas como Ab Irato, Nousvlid, Discrepunkcia, Opción positiva, I.n.h.a.l.a, Sdz, Mataxgusto, Amelia, Via punk, Aerosol, Enduro, Alacrán 5-0, Soul blues, Las porristas de Satanás y You’re fired. Fue oportunidad de encontrarnos con gente muy querida de Arequipa, aunque el pogo le haya causado a más de uno algo de sangre la pasamos realmente bien. Es alentador ver cómo la gente joven es entusiasta y violenta para luchar por sus ideales, el concierto se extendió hasta casi la una de la mañana, fue organizado por Jesuslooksuke records. Felicidades.
Al día siguiente vendimos algo de Abluciones vanas y Vello húmedo por la playa, la gente nos recibió o misia o muy emocionada, pero no nos fue muy bien. Luego de descansar la tarde en la paradisíaca y tranquila playa de Catarindo, el hambre y las ganas de pasar un último domingo playero holgadamente nos obligaron a ponernos las pilas para vender las publicaciones aquella noche. El trabajo fue arduo, al principio los miedos y las inseguridades fueron traba pero poco a poco el abordaje a las personas se volvió natural, la gente andaba de mejor humor y con ganas de querer descubrir algo nuevo (tal vez nosotros estábamos más relajados y más dispuestos) y fue más receptiva. Luego de un momento de venta personal decidimos tender el pareo de Maru y echar las publicaciones ahí, en el malecón donde se festejaba un concierto de rock cristiano. Pintamos en el suelo con algunas tizas de colores para llamar la atención de mejor manera y nuevamente la venta fue exitosa. Se hacía tarde y las personas comenzaban a desaparecer del malecón, era nuestra última oportunidad; volvimos al abordaje, está vez mucho más positivos y entusiastas y en poquísimos minutos terminamos el tiraje que habíamos llevado a la playa; luego, y para festejar, comimos un buen Pollo a la brasa (y sin nada de alcohol en las venas nos fuimos a dormir); disfrutamos de un rico cebiche y unas cervezas heladas en la playa al día siguiente y pudimos comprar nuestros pasajes de regreso.
Experiencias como ésta me reafirman ciertas ideas: si uno le pone ganas, empeño y buenas energías a lo que hace todo es posible, sé que suena a Legalmente rubia pero es bueno soñar y tener aventuras. No sé cómo compartir con Ustedes la satisfacción tan grande que se tiene al comer un Pollo a la Brasa que ha costado tu real trabajo (de venta y de producción), un real trabajo que significa mi pasión hacia la vida, lo que más me gusta hacer y con lo que mejor me siento: la literatura.
ES POSIBLE. La literatura una vez más me ha dado qué comer, qué vestir, dónde dormir y alas en los pies para poder viajar de vez en cuando; por otro lado la literatura también me ha dado personas maravillosas que amo. Marú y Robér: millones de agradecimientos públicos, fue inmensamente maravilloso vivir con ustedes.
Y para despedirme quiero dejarles con unos versos de Rimbaud (al que estuvimos leyendo durante casi cada momento de la travesía –es hora de un verso, un verso–):
¡Ha sido encontrada!
-¿Qué?- la Eternidad.
Es el sol mezclado con el mar.
3 comentarios:
pucha yo quería ir pero tenia examen el sabado (que di mal jeje) bueno, no siempre se puede todo
quiero ir a Mollendo ¬¬ pero buena voz que la hayan pasado bacán!!
OH! Qué bueno que hayan ganado el pan con el sudor de su frente... ah... Es Mollfezt por Mollendo... jijiji... Salut, Salope!
Que paja leer tu historia, gracias por estar en el Mollfezt 2008 (5ta Edicion) los esperamos al siguiente verano, que bueno encontrar tu blog!
Jp
www.purevolume.com/nousvlid
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