Nos ha llegado un interesante informe acerca de los incidentes, algo bochornosos, que terminaron con el homenaje a Martín Adán, transcribo íntegramente el documento. Ojalá no muchos se rasguen las vestiduras:
Día 31. Lugar. Casona. Hora. La noche, la noche del 31 de octubre toda la clase intelectual joven de la literatura arequipeña se había reunido en una antigua y restaurada casona del distrito de Yanahuara, en una calleja entre la clínica Arequipa y el Lorchis, el motivo era el homenaje a nuestro POETA, Martin Adán, y a los jóvenes embebidos en su brillantez no se les ocurrió mejor forma de recordarlo recitando poesías inventadas por ellos, ni una POESIA de Adán, como era de esperarse.
Una vez mas el aire enrarecido se tornaba patéticamente rutinario hasta que intervino un personaje que nunca había aparecido por estos lares (por eso resalto el hecho de que “toda” la clase intelectual…) y acusó en todo su marxismo a los jóvenes poetas de ser aburguesados, de no comprometerse con el pueblo, de limitar sus actividades culturales a un grupo cerrado de amiguitos del arte por el arte, en clave de metáfora decían que lean al Marx y que entiendan lo real, que despierten, que cambien, que dejen de ser el saco light de subnormales-paranormales, amanerados movidos por sus pasiones, comprometidos con sus huevos y con sus vicios; y los poetitas contestaron como se esperaba, como siempre se contesta ante este tipo de afrentas, contestaron con el corazón, dijeron que ellos no tenían la culpa, que ellos eran los únicos que hacían este tipo de eventos(lo que es cierto), que ellos hacen propaganda y que si la gente no viene es por que no quiere venir, en clave de metáfora dijeron que es bonito ser amigos de todos, que estaban hiriendo sus sueños, que estaban chocando con el amor fraternal y peor aún se estaban metiéndose con los ositos, que lo que ellos hacían era arte o algo así, y que no eran terroristas de la palabra, y que no querían a Humala (creo que nadie quiere a Humala), que pertenecían a la preciosidad y que ellos probablemente no(los marxistas), que era problema de Dios y no de ellos.
Así termino este singular homenaje, nada resuelto, todos con el mentón en alto, unos con mala cara, los más en sus monólogos, un POETA como pocos, y un debate como pocos y como muchos. Nunca se supo si el homenaje acabo por la intervención del marxista, o por que era el fatal destino el que decidía el final, la cosa es que casi todos se fueron con el sabor de la inconformidad y esperar otro round.
Los tres marxistas se retiraron como buenos hombres, el que habló; ahora a la luz era un tipo flaco, blancón, pálido con una gorrita que dejaba escapar una cola, parecía que no había comido tres días, y en su afilado semblante giraba un aire seco como el de una victoria sobre una tuberculosis redimida, los otros dos parecían ser además de sus camaradas sus amigos, tomaron rumbo sur, mientras los poetas planeaban celebrar algo, por que siempre hay algo que celebrar, y se fueron hacia el norte.
Si quieres estar en la elite de la diversión sexual arequipeña tienes que estar en la San Francisco, y sobre todo el 31 de brujas, algunos disfrazados y otros no, calle llena, gente bonita, gente, y por supuesto ningún marxista.
