----PA QUE LOS POETAS HAGAN PICHI

Llegué a las once porque desperté algo tarde. Todos muy entusiastas, escoba en mano y polvo en cabeza. Lijamos las puertas (con inscripciones del tipo "putas juntas" "me odio, me odio" "Marco Antonio eres el amor de mi vida" "Rico es cachar, más rico es cagar"), lijamos las paredes (con inscripciones del tipo "Robert es el dueño de la hierba" y "Jorge gime como lola") polvo, polvo. Bueno mientras hacíamos eso por los baños de nuestra amada facultad, en el segundo piso algo extraño aconteció. Han cambiado de lugar el salón de audiovisuales, a no sé donde. Ahora hay oficinas y las clases, no sé cómo es el asunto, la cuestión es que hay carteles diciendo que los cambios fueron hechos por seguridad, por comodidad y todo a causa del robo. Bueno, los baños están muy bacanes, verdes (mayólicas-tazas de baño-lavaderos de verde oscuro pero hay detalles en verde limón, el verde es mi color favorito), las puertas son negras y las paredes color marfil, confíen en mí, la mezcla no está nada mal. Ojalá nomás pues que dure bonito todo por algún tiempo, que no las frieguen tan rápido. Yo no sé cuánto se haya esforzado antes el Centro de Estudiantes para conseguir todo (no hay duda, se debieron esforzar bastante, sabiendo la burrocracia terrible de nuestra universidad) pero estoy seguro de su empeño y sus ganas, ellos mismos hicieron este trabajo físico, fuimos algunos deseosos de ayudar. Nos divertimos mucho.

Bueno, para que a las niñas no les vean el popó cuando hacen pichi desde la calle hicimos nuestra obra de arte post-moderna-surrealista-experimental-ficcional que ya deben ver en las fotos.

Por favor, que los poetas meen y caguen bonito.

Gracias al Centro de Estudiantes y a todos los que ayudaron sin comer y gracias a la Decana por invitarnos una Crush piña de tres litros.

P.d.: Y lo siento, la calidad de mi cel está hasta las huevas, pero intentaré mejorarla. Síp, sípo.