Avoragins. Para los entendidos, nos sentíamos así cuando todos nos apresurábamos en terminar el Congreso. Avoragins profundas.
Vamos por partes antes que la emoción disperse la cabeza.
Los primeros días recontra agotadores, hace mil años que no usaba terno y me sentía avergonzado, aunque bueno la inauguración del Congreso fue lo máximo, y la recepción mucho mejor: Pisco sour, anticuchitos, buñuelos, té con miel. Es extraña la sensación de compartir cosas tan alturadas con la gente intelectual del mundo.
Bueno los días de trabajo fueron recontra desesperantes, todos corríamos de arriba para abajo, buscando detalles. Hace mucho que no veía tanta decisión, tanto empeño, tanta energía, profunda colaboración y sobre todo, tanta eficacia entre la gente de mi generación; obvio, hubieron errores pero mejor no hablar de ellos porque no fueron nuestra culpa (da, toate lumea knows ce aconteceu!!), sólo que el universo entero se quebró al ver ciertas lágrimas. Todos muy buena gente, no pude entrar a muchas ponencias porque estábamos ocupados, pero estoy tan emocionado y 
orgulloso de mis compañeros de universidad Alberto Salas y María Miranda que dejaron con la boca abierta a muchos extranjeros, nuevamente me convenzo de que tenemos mucho nivel en nuestra facultad.
Bueno, como suele ocurrir en estos casos, lo más resaltante fueron los surcos de amistad que se profundizaron entre el cansancio y las correrías.
Felicidades a todos por la experiencia y gracias, mil gracias por todo.
Vamos por partes antes que la emoción disperse la cabeza.
Los primeros días recontra agotadores, hace mil años que no usaba terno y me sentía avergonzado, aunque bueno la inauguración del Congreso fue lo máximo, y la recepción mucho mejor: Pisco sour, anticuchitos, buñuelos, té con miel. Es extraña la sensación de compartir cosas tan alturadas con la gente intelectual del mundo.
Bueno los días de trabajo fueron recontra desesperantes, todos corríamos de arriba para abajo, buscando detalles. Hace mucho que no veía tanta decisión, tanto empeño, tanta energía, profunda colaboración y sobre todo, tanta eficacia entre la gente de mi generación; obvio, hubieron errores pero mejor no hablar de ellos porque no fueron nuestra culpa (da, toate lumea knows ce aconteceu!!), sólo que el universo entero se quebró al ver ciertas lágrimas. Todos muy buena gente, no pude entrar a muchas ponencias porque estábamos ocupados, pero estoy tan emocionado y 
orgulloso de mis compañeros de universidad Alberto Salas y María Miranda que dejaron con la boca abierta a muchos extranjeros, nuevamente me convenzo de que tenemos mucho nivel en nuestra facultad.Bueno, como suele ocurrir en estos casos, lo más resaltante fueron los surcos de amistad que se profundizaron entre el cansancio y las correrías.
Felicidades a todos por la experiencia y gracias, mil gracias por todo.
En las fotos: 1. El elegantísimo Paraninfo Arequipa de nuestra universidad. 2. Maru Delgado traduciendo a Michel Peroni (Francia) para la prensa. 3. Patricio Úbeda (Chile) también lee Dragostea.
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