jueves, 6 de marzo de 2008

----ESTREMECEDOR EMPATE ENTRE VISIONARIOS DE LA TEORÍA LITERARIA EN NUESTRA FACU

La expectativa sobre el encuentro entre dos de los mejores alumnos de nuestra facultad, quienes competirían por un puesto como ponentes en el próximo PRIMER CONGRESO IBEROAMERICANO “LA LECTURA Y LA LITERATURA”, fue inaudita. Desde hace mucho tiempo, ninguna disertación teórica (en este caso, un duelo retórico) había acaparado tanta atención.
El 6 de marzo en el salón de Grados de la Escuela de Literatura y Lingüística, María Miranda Medina y Alberto Salas Oblitas compitieron en la etapa final del concurso ya mencionado. La sala estuvo bastante llena desde tempranas horas. El jurado estuvo compuesto por los profesores Nardy Rosado, Willard Díaz y José Antonio Chávez.
Ambos presentaron ponencias que trataban el problema de la otredad (conocimiento del otro a través de la literatura) y la literatura aplicada a la enseñanza escolar.
No estoy permitido de revelar los títulos y detalles de las ponencias pues AMBOS FUERON ESCOGIDOS para representar a los alumnos en dicho congreso (que es importantísimo en nuestro continente, llegarán a nuestra ciudad teóricos de la talla de Van Dick –aunque él no lo hará pues está en China).
María Miranda fue la primera, su disertación fue clara aunque no muy expresiva con el público, al final el profesor Willard fue bastante duro con un cargamento pesado de preguntas que María supo resolver con garbo, ironía sensual y férrea posición.
Alberto Salas decepcionó (como dijo el mismo profesor Willard) con su exposición, se dejó llevar por las anécdotas que le hicieron perder el control del tiempo, no supo manejar el cañón multimedia aunque fue bastante carismático y entretenido, lo que logró su permanencia fue el alto nivel teórico que manejó en el papel.
Es importante para nuestra escuela poder contar con dos representantes estudiantiles en semejante congreso.
Particularmente es la primera vez que asisto a un duelo así, me resulta emotivo apreciar a dos queridos y jóvenes amigos en tamañas disquisiciones teóricas y a los profesores del otro lado, escuchando, aprendiendo y preguntando; además de eso, es gratificante ver la cantidad de compañeros que estuvieron al tanto de la riña.
Quiero terminar esta entrada afirmando la terrible admiración que siento por María Miranda, una muchacha que con sólo 22 años, sería capaz de gobernar nuestro país, tiene una capacidad innegablemente superior. María, te admiro, quiero verte siempre arriba. Nunca agaches la cabeza.
Yo he debido ser alguien muy bueno en la otra vida, para que Dios (o la Pacha, o cualquier ente ordenador universal) me bendiga con gente tan genial. Los amo a todos, mil gracias por hacer de esta vida la mejor!!! (Lo siento, cresta bipolar positiva ajajaja :-p Habla Maru, unos litios?)
Aún estamos pendientes de Melissa Patiño. ¡LIBERTAD!
P.d.: Sorry por la mala calidad de las fotos, es que ni Robert ni Arthur llevaron cámara.

1 comentarios:

Anónimo dijo...
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