Estimados: Como ya lo anunciaba nuestro Pinky, aquí posteo lo que salió publicado en el semanario político-cultural de la ciudad blanca de Arequipa. A ver pues.
Publicar en Arequipa
El “boom” editorial
Desde hace un par de años se viene sintiendo en Arequipa una suerte de “boom” editorial. Cada tanto se imprimen, desde funcionales plaquetas cuyo precio oscila entre los dos y cinco soles, hasta libros perfectamente editados y al alcance de cualquier bolsillo más o menos interesado en aquello que ocurre hoy y alrededores en nuestra literatura, tanto en el campo de la narrativa, de la poesía o del ensayo.
Más allá de las facilidades producto de los avances tecnológicos en lo que a industria editorial se refiere, detrás de estos proyectos, aquello que verdaderamente los impulsa y hace posibles, es el entusiasmo y la auténtica pasión que algunos jóvenes, la mayoría de ellos estudiantes de Literatura, sienten por las letras, esas “perras negras”, y porqué no, por ellos mismos en su calidad de poetas o narradores y por lo que quieren decir en blanco y negro y para siempre, aunque suene exagerado.
Dragostea y compañía
Son, básicamente, dos los novísimos grupos editoriales que se disputan los laureles al catálogo más largo de publicaciones, ambas agrupaciones surgidas de las claustros de la Facultad de Literatura de la UNSA. La primera en antigüedad es Dragostea.
Hace poco más de cuatro años que este colectivo de iracundos poetas y desfachatados narradores viene sorprendiendo con propuestas poco menos que escandalosas, en el buen sentido de la palabra. Los cuatro o cinco fundadores de Dragostea fueron la punta de lanza, desde que sacaran esa ya mítica “Recopilación de literatura no heterosexual” para que otros se animaran también a lanzar improperios contra todo aquello que les viniera en gana.
Los resultados no fueron siempre felices, pero por lo menos el aire enrarecido se despejó lo suficiente. Aparecieron interesantes colectivos literarios como Pasto Verde, Caracol de Hojas Secas, La Muse Decapiteé o Enroque y más versos (revista “Mítica”). De estos cuatro colectivos, Pasto Verde se convirtió en el auténtico best-seller. Caracol de Hojas Secas vendía sus ediciones en inusuales formatos, papeles metidos dentro de una botella a manera de mensaje de náufrago o un rollo de poemas y diatribas y rajes mismo rollo de papel higiénico.
Hasta la médula
Sin embargo, es Cascahuesos, el otro novísimo sello, la propuesta más sólida y ambiciosa dentro de la industria editorial local. La historia es más o menos la misma. Surgido de las aulas de la Facultad de Literatura, un grupo de entusiastas poetas, entre los que se cuenta el laureado Filonilo Catalina, sin necesidad de recurrir al escándalo sobre supuestas afiliaciones sexuales, sin calatos en las portadas, deciden emprender el difícil primer tramo de un proyecto editorial lo bastante consistente como para esperar todavía crecimiento y evolución.
Aparte de apostar por nuevos valores locales o extranjeros, han publicado a un poeta chileno y están en galeradas otros dos sureños además de un mexicano, aparecen en su catálogo autores consagrados como José Gabriel Valdivia o Maurizio Medo. Es un hecho que pronto sus libros circularán por librerías de Lima y, porqué no, de países vecinos. Entre los tremendísimos poetas que están por publicar bajo su sello figuran Lolo Palza y Enrique Verástegui.
Desde la más minuciosa formalidad, como corresponde, Cascahuesos parece que tiene para rato. Nada de este mini “boom” editorial sería posible sin una larga lista previa de efímeros colectivos o frustrados intentos de levantar casas editoras. Es importante mencionar, más allá de aquellos frustrados intentos, a una casa editora establecida hoy en Lima pero surgida entre Puno y Arequipa: Lago Sagrado. En parte gracias al discreto pero mantenido esfuerzo de Elard Serruto, el “bucanero lacustre”, por apostarle a aquellos jóvenes talentos locales que hoy son ya víctimas de cierto renombre, es posible, factible, desear desde Arequipa pasar del limbo inédito al caos impreso. (Daniel Martínez Lira)
Sin embargo, es Cascahuesos, el otro novísimo sello, la propuesta más sólida y ambiciosa dentro de la industria editorial local. La historia es más o menos la misma. Surgido de las aulas de la Facultad de Literatura, un grupo de entusiastas poetas, entre los que se cuenta el laureado Filonilo Catalina, sin necesidad de recurrir al escándalo sobre supuestas afiliaciones sexuales, sin calatos en las portadas, deciden emprender el difícil primer tramo de un proyecto editorial lo bastante consistente como para esperar todavía crecimiento y evolución.
Aparte de apostar por nuevos valores locales o extranjeros, han publicado a un poeta chileno y están en galeradas otros dos sureños además de un mexicano, aparecen en su catálogo autores consagrados como José Gabriel Valdivia o Maurizio Medo. Es un hecho que pronto sus libros circularán por librerías de Lima y, porqué no, de países vecinos. Entre los tremendísimos poetas que están por publicar bajo su sello figuran Lolo Palza y Enrique Verástegui.
Desde la más minuciosa formalidad, como corresponde, Cascahuesos parece que tiene para rato. Nada de este mini “boom” editorial sería posible sin una larga lista previa de efímeros colectivos o frustrados intentos de levantar casas editoras. Es importante mencionar, más allá de aquellos frustrados intentos, a una casa editora establecida hoy en Lima pero surgida entre Puno y Arequipa: Lago Sagrado. En parte gracias al discreto pero mantenido esfuerzo de Elard Serruto, el “bucanero lacustre”, por apostarle a aquellos jóvenes talentos locales que hoy son ya víctimas de cierto renombre, es posible, factible, desear desde Arequipa pasar del limbo inédito al caos impreso. (Daniel Martínez Lira)
2 comentarios:
hello como andan amigos de dragostea , buena vibra y suerte aaqui les dejo el blog de nuestra evista para intercambair informacion : revistamatices.blogspot.com
antonio z.g.
La diferencia parece obvia: Cascahuesos es una modelo y Dragostea una vedette.
Sobre gustos y colores...
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